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Hasta ayer siempre fui tuyo.

Quisiera jurarte amor eterno presumirte que te extraño  entre unos cuantos vinos  y un par de noches estrelladas  pero las discusiones me parecen tan poco interesantes  y tú tan inalcanzable.  La música fluye  la noche se nos escapa entre los dedos que buscan recordar tu piel y el aroma de tu cuello.  Nunca fuiste tan mía  de hecho nunca busqué ser tu dueño  solo ahora lamento que te doblegues y seas parte de la conformidad emocional.  Quizá te conformas con poco ahora  y aunque ese es asunto tuyo ojalá pronto te des cuenta que mereces más allá de un semi-amor.  Quisiera decir que te sigo amando  pero hoy me doy cuenta y quizá solo sea un ataque de ebriedad pero ya no siento nada por ti.  El amor luce lejos de nosotros,  la nostalgia puede hacernos volver  pero acá ya no se te quiere ni se te extraña un poquito.  No te busqué entre pecas de hecho reintenté hacer mi vida buscamos una oportunidad más...

No hay nada de romántico.

Creo que a veces uno se enamora de quien no debe por esta maldita terquedad de sentir que lo difícil es lo que realmente vale la pena, nos rompemos nosotros mismos el corazón y luego nos quejamos de que hoy en día el amor es una mierda. Se nos va la vida intentando llevar a las estrellas a quien no quiere dejar de tocar el suelo, pasamos demasiado tiempo convenciendo a la persona equivocada de que somos su otra mitad, dejamos que nos quieran siempre a su manera y se nos olvida que el amor debería ser siempre algo a nuestra medida, algo que nos hace sentir desmedidamente cómodos. No sé, tal vez vimos muchas películas donde se llora y se tiene que luchar contra todo para estar juntos, no sé, a lo mejor nunca nos enseñaron a querernos a nosotros mismos y por eso nos encanta el papel de ser salvavidas para quien se ahoga en medio del océano. Yo creo que lo realmente lindo es enamorarse de quien desea hacerlo también de nosotros, y que se sienta bien, como: “te mando mensaje y luego me cont...

Anxiety.

Hay emociones que sofocan que asfixian que roban la paz  por la que tanto has trabajado te duelen personas que se alejaron por voluntad propia algunas que creíste superar otras que se adelantaron en el camino aparece un nudo en la garganta de una cuerda invisible pero que duele en el cuello y te hace llorar hasta el cansancio hay emociones que reviven y te provocan un dolor insensato te llenas de dudas y te preguntas si alguna vez fuiste suficiente  te duelen los fantasmas del pasado y las personas que dejaste ir de pronto laten de nuevo mientras tú solo te preguntas por cuánto tiempo… ¿estarán aquí? por cuánto tiempo y, ¿volverán a doler tanto como el día que se fueron? buscas respuestas a preguntas que nadie puede responder buscas ahogar esta emoción y tú de rodillas solo pides un milagro y tú ni crees en ellos ni crees en ti ni crees en nadie. A veces solo te queda esperar  llorar, y dejar que la emoción salga a veces en forma de lágrimas a veces en forma de letras. A ...

Nos sabemos de memoria.

Los dos nos vemos, nos observamos, nos queremos y a lo lejos nos deseamos nos queremos escribir declararnos uno del otro y entre tanta guerra nosotros solo querernos darnos paz.  Los dos nos sabemos de memoria  perfumes que andan de piel en piel  esperando descubrir la felicidad  intentamos quemar los recuerdos revivimos siempre de las cenizas  de un fuego que nunca se extinguió  a lo lejos los dos en un mismo atardecer  nos quemamos sin tocarnos  y aquella sí fue la última vez que nos vimos pero no última en la que nos deseamos qué difícil ha de ser tú brillando y existiendo en el mismo lugar sin que nuestros cuerpos se topen y yo sin tus manos yo las veo a la distancia porque dicen que así aprecia el arte en el silencio algunas veces con lágrimas  en otras tantas con un nudo en la garganta  y es que vivir así ha de ser lo más similar a morir de amor  jamás estuve tan resignado hasta el momento en que  una noche antes de la tr...

Aquel cálido beso.

Decidí dejarte ir cuando te vi feliz en otros brazos que no eran los míos.  Cuando vi que no era la distancia, sino la cercanía que tiene contigo.  Cuando entendí que las palabras por más lindas que fueran, jamás se sentirían igual que aquel cálido beso de quien te extraña. Te dejé ir cuando ya no había más de ti en este absurdo cuarto donde algún día te tuve.  Porque a pesar de los pocos veranos o de los inviernos, extrañarte nunca fue suficiente motivo para que te quedaras.  Y no es queja. Lo comprendo.  Te mereces todo lo feliz que eres y todo lo que te están dando, simplemente no te voy a mentir. Me duele hasta el alma dejarte ir.  No te vas porque quiera y mucho menos por despecho.  Te vas porque quiero que te amen como yo nunca pude demostrártelo.   Con el tiempo se me quitará la estúpida maña de contarle a desconocidos nuestras historias, dejaré de escribir cosas como estas y podré dejar de ver tus fotografías con...

En caso de emergencia.

No me conformo con ser caricia  de solo una noche  ni amor de verano  que de esos sobran en cada esquina.  Busco en ti la misma intensidad  con la que ambos tomamos el café.  Pero no te confundas:  no son demandas solo te advierto lo que busco.  Espero no te asuste  pero me gustaría quedarme hoy en tu cama  para ver cómo amanece desde tu espalda.  No quiero que te mueras de amor  porque solo quiero lo contrario para ti.  Vivirlo y hacerlo.  Y contar tus latidos con mis besos.  No quiero algo cotidiano  y tampoco algo rutinario  aunque no me molestaría  despertar contigo a diario.  Y te repito:  No te asustes si te pienso más de la cuenta.  Los dos nos sabemos intensos  pero esto es más razonable  que una simple locura espontánea.  Tampoco es competencia  pero cuando te dije que me encantas  iba en serio.  No soy adivino  pero me gustaría vivir un fu...

Quisiera poder explicarme.

Me encontré de nuevo con supuesto amor  de esos que no extrañan ni desean  de los que vuelven solo cuando no encuentran con quién pasar la noche.  Intenté poner resistencia  pero siempre caigo ante su voz  y el recuerdo de sus manos en mi piel  me doblega  y se me olvida cómo decir que no.  Al día siguiente es evidente  el arrepentimiento duele  mi dignidad por los suelos  y el coraje me reclama  por volver a caer en sus trampas.  Quisiera poder explicarme  cómo llegó a tener tanto poder en mí  que con unas simples palabras  logro ir a sus brazos  sin importar que no me quiera.  Parece que tengo una adicción a su rechazo  que me hace sentir tan mal  como si mereciera todo ese dolor  toda esa culpa  todo ese pesar en mí.  A veces siento que soy tan fuerte  que puedo vencer sus palabras  pero en otras me agarra con la guardia baja  y yo solo soy un humano ...