Me encontré de nuevo con supuesto amor
de esos que no extrañan ni desean
de los que vuelven solo cuando no encuentran con quién pasar la noche.
Intenté poner resistencia
pero siempre caigo ante su voz
y el recuerdo de sus manos en mi piel
me doblega
y se me olvida cómo decir que no.
Al día siguiente es evidente
el arrepentimiento duele
mi dignidad por los suelos
y el coraje me reclama
por volver a caer en sus trampas.
Quisiera poder explicarme
cómo llegó a tener tanto poder en mí
que con unas simples palabras
logro ir a sus brazos
sin importar que no me quiera.
Parece que tengo una adicción a su rechazo
que me hace sentir tan mal
como si mereciera todo ese dolor
toda esa culpa
todo ese pesar en mí.
A veces siento que soy tan fuerte
que puedo vencer sus palabras
pero en otras me agarra con la guardia baja
y yo solo soy un humano
que extraña las caricias aunque sean vacías.
Sé que merezco algo mejor
sé que valgo demasiado
pero cuando me habla
no sé cómo evitar caer
y solo caigo a sus pies.
Comentarios
Publicar un comentario