Ir al contenido principal

Nos sabemos de memoria.

Los dos nos vemos,
nos observamos,
nos queremos
y a lo lejos nos deseamos
nos queremos escribir
declararnos uno del otro
y entre tanta guerra
nosotros solo querernos darnos paz. 

Los dos nos sabemos de memoria 
perfumes que andan de piel en piel 
esperando descubrir la felicidad 
intentamos quemar los recuerdos
revivimos siempre de las cenizas 
de un fuego que nunca se extinguió 
a lo lejos los dos en un mismo atardecer 

nos quemamos sin tocarnos 
y aquella sí fue la última vez que nos vimos
pero no última en la que nos deseamos
qué difícil ha de ser tú
brillando y existiendo
en el mismo lugar
sin que nuestros cuerpos se topen
y yo sin tus manos

yo las veo a la distancia
porque dicen que así aprecia el arte
en el silencio
algunas veces con lágrimas 
en otras tantas
con un nudo en la garganta 

y es que vivir así
ha de ser lo más similar a morir de amor 
jamás estuve tan resignado
hasta el momento en que 
una noche antes de la tragedia 
la decidieras amar conmigo
jamás tuve esa fantasía contigo 
salvo por el conato de incendio
en la cama que compartimos 
en la vida que vivimos

no sé en qué pecados cometí 
para conocer este círculo del infierno
donde eres siempre tú
la razón de cada insomnio 
a la orilla de esta cama
donde tanto haces falta
se desconoce si se ruega para tu regreso 
o se te ruega para tu partida. 

Los dos pretendemos 
no vernos, 
no pensarnos, 
no desearnos, 
no recordarnos 
no escribirnos 
pero a estas alturas 
sigo siendo pésimo en mentir. 

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Un San Valentín cualquiera.

Hace ya algún tiempo que decidí estar solo, dejarme ya de tantas pendejadas y quitarme el miedo a la soledad, porque pues, en realidad no pasa nada si nadie llama o escribe, no pasa nada si tengo que esperar a que un buen amor llegue, no pasa nada si dedico el tiempo para mí. A veces pienso que le damos demasiada importancia al amor, o sea, sí está bien tener pareja, pero tampoco es lo único en la vida que vale la pena, y no me mal entiendas, soy un romántico de lo peor, pero ya me cansé de serlo con la persona equivocada. Y en este tiempo de soledad he aprendido que siempre habrá opciones, pero debemos tener el maldito de valor de decir que no a alguien que no llena nuestras expectativas, tener el valor de no conformarnos, tener el valor de no aceptar algo sólo porque nos gusta, o nos habla bonito, o cualquier otra borona de amor entre sus líneas. La mayoría de las personas complican el amor porque en realidad aceptaron algo que no les gustaba desde el inicio, algo que les daba dudas ...

Un para siempre.

Ya no le tengo miedo a quedarme solo, ya he perdido al amor de mi vida un par de veces y aquí sigo, no he dejado de creer pero cada vez el corazón se ha vuelto más frío, más duro y más sensato. No quiero decir que ya no me volveré a enamorar, porque más rápido cae un hablador que un cojo, pero sí puedo decirte que ya no quiero enamorarme de quien sea, ya no quiero más heridas, ni provocarlas; ya no quiero más coincidencias e intentos fallidos. Y ya sé que uno nunca sabe lo que va a pasar, al final el destino es un hijo de perra y cupido otro, pero a mí me gusta pensar que la próxima vez será la buena, la próxima vez ya nadie terminará con el corazón roto. Yo no le tengo miedo a quedarme solo, te lo juro, pero ya no confío tanto en las personas, ya no me emociono tan fácil, ya me morí varias veces en esto del amor, por eso ya sólo quiero cafecito caliente, tranquilidad y un para siempre que sí dure lo que promete.

Tropezar, caer y levantarse.

Supongo que todos hemos sido esa versión que nos hubiera encantado mejorar para alguien, o esa versión muy bonita que alguien no supo valorar ni cuidar. También hubiéramos podido equivocarnos menos, haber tomado mejores decisiones, cometer menos errores, dar menos oportunidades pero incluso de lo que sale mal vienen las mejores lecciones. A lo mejor van a haber disculpas que nunca llegaron o que nunca tuviste la oportunidad de dar, te vas a tener que quedar con algunos «quizá» y otros «hubiera» atrapados en el alma, vas a tener que soltar algunos para siempre y quedarte con futuros que sólo van a existir en los suspiros en medio de tantos atardeceres. Y no sé, creo que a veces simplemente no es el lugar o la persona, que no estamos listos o no están listos, que nos hace falta sanar o un poco mas de amor o tranquilidad o sólo es un mal momento de tu vida y en esos momentos todo está de cabeza. Supongo que al final todos seguimos mejorando, ya sabes, tropezando, cayendo y levantándo...