Me encontré de nuevo con supuesto amor de esos que no extrañan ni desean de los que vuelven solo cuando no encuentran con quién pasar la noche. Intenté poner resistencia pero siempre caigo ante su voz y el recuerdo de sus manos en mi piel me doblega y se me olvida cómo decir que no. Al día siguiente es evidente el arrepentimiento duele mi dignidad por los suelos y el coraje me reclama por volver a caer en sus trampas. Quisiera poder explicarme cómo llegó a tener tanto poder en mí que con unas simples palabras logro ir a sus brazos sin importar que no me quiera. Parece que tengo una adicción a su rechazo que me hace sentir tan mal como si mereciera todo ese dolor toda esa culpa todo ese pesar en mí. A veces siento que soy tan fuerte que puedo vencer sus palabras pero en otras me agarra con la guardia baja y yo solo soy un humano ...