Ir al contenido principal

Entradas

Cero riesgos.

No sé cuándo se me acabó la paciencia, pero ya no me quedaron ni poquitas ganas de aguantar a personas que no saben de lo que el amor y las relaciones tratan. Y tampoco es que no haya oportunidad conmigo, solamente tienes que ofrecerme un amor bonito, pero si me mientes, si me decepcionas, si me lastimas, si no le pones atención, automáticamente agarro mis cosas y me voy. No sé si eso sea sano o no, pero por lo menos ya no sufro por estúpido, y es que en serio, cuesta cero colones hacer bien las cosas, parece increíble que hoy en día las personas prefieran perderte en lugar de no fallarte. Por eso ya no tengo paciencia, ya me creí las suficientes mentiras, ya me enseñaron todos los pretextos, ya me vieron a los ojos diciéndome que no me iban a romperme e igual lo hicieron, y no sé si el corazón me aguante otra coincidencia o no, pero por si las dudas mejor de lejitos. Puede parecer que exijo mucho o que ya no creo en nadie, pero es mi manera de protegerme y de asegurarme que la próxima...

Bienvenido mayo.

 Estoy en un momento en donde ya no quiero perder mi tiempo, ya no quiero enredos de tres noches, ya no quiero que me quieran a medias, que les falte el tiempo para verme o que no tengan claro que soy yo lo que quieren, ya no quiero pretextos ni estar convenciendo a nadie para quedarse o para quererme. Estoy en un momento donde prefiero quedarme solo antes de intentarlo por intentar, me gusta mi soledad y mi tranquilidad, me costó mucho sanar y lo que menos busco es volver a terminar roto, y no, no le tengo miedo a enamorarme, simplemente ya no quiero hacerlo de cualquiera. Estoy en un momento donde soy feliz conmigo, detalles para mí y viajes para mí, estar con mi familia y estar con los amigos, ya no me quedo donde no me cuidan, me volví exigente con las personas que entran a mi vida, me gusta la versión que he construido con mucho cariño de mí, y por eso mismo, ya no estoy para perder tiempo, ni esfuerzo, ni ganas donde no quieren, no sienten o no buscan lo mismo que yo.

Ya te iba a olvidar.

Ya te iba a olvidar pero recordé un par de cosas, por ejemplo esa luz tan bonita que nace en tus ojos cuando ríes a carcajadas, las madrugadas donde pasábamos hablando  de puras tonterías y luego nos quedábamos en silencio abrazados escuchando sincronizados los latidos. Ya te iba a olvidar pero de repente me dieron ganas de escribirte, de hablarte, de saber de ti, de averiguar si tú también tienes aunque sea un poco de curiosidad de volver a verme y hacernos brillar los ojos una vez más. Ya te iba a olvidar pero es difícil cuando aún las canciones hablan de ti y los whiskys me siguen sabiendo a tu nombre, he intentado convencerme de que te he olvidado y lo único que consigo es un vacío en el pecho al que le urge que vuelvas. Ya te iba a olvidar pero sin querer pasé por la calle donde nos conocimos, donde aún suenan tus pasos y huele a tu perfume, callan las orquestas de la rutina, donde la vida parece un poco más colorida y la soledad se convierte en una cosa sencilla y llevadera...

Entre miel y sonrisas.

Tenía luz en los ojos, miel en la mirada y magia en su sonrisa, si voz era dulce y directa al mismo tiempo, pero daban ganas de escucharla siempre, y ni les cuento cuando esa voz está a punto de dormir, esa sensación de " ya no puedo más, pero aquí sigo" a mí personalmente me llenaba.  Su amor por los animales era tan grande, ¿y cómo no? Si su corazón es tan valiente, sus ganas de seguir adelante y continuar a pesar de mil obstáculos eran tan contagiosos. Que dichosos aquellos que pueden ver la miel de esos ojos día con día, no me puedo imaginar lo afortunados que son quienes pueden escuchar esa voz lejos de un micrófono. Esa voz tenía la misma calidez como tomarse un buen vino en medio de tus mejores amigos. Siempre tan responsable, tan trabajadora, tan risueña y un poco malcriada, pero le salen tan rico esas palabrotas que pasan a segundo plano, prestarle atención es todo un privilegio, ella no lo sabe; pero siempre veo unas mil veces cada una de sus fotos. Su nombre era el...

Lo mereces.

Cosas buenas, sucediendo en momentos no tan buenos. Nuevos personajes, nuevas historias, nuevos comienzos aprendiendo del pasado, entendiendo que valorar el presente y lo que tenemos de frente, es lo que es. Que no hay pasados en espera (es difícil dejarlos) pero se tiene que avanzar, mirar de frente, lo que está aquí, es lo que toca. Personas, situaciones, relaciones, retos, planes. Estamos aquí, y quien quiera estar a nuestro lado, lo estará o al menos lo demostrará con la sinceridad del corazón. Reciprocidad siempre a la familia, a los amigos, a una nueva oportunidad, a un nuevo reto, a lo que te hace bien.  Despertar y agradecer, pero seguir luchando, nunca se deja de luchar. Por ti, por lo tuyos. Estamos aquí, en este presente, un presente que, a pesar de todo, es lo único que tenemos, aún pensando en el futuro y todo lo que deseamos que llegue. Paremos un minuto y miremos quien está aquí, queriendo apoyar, queriendo ser parte de nuestra historia. Nada a la fuerza, todo lo que...

Un suspiro.

Quizá ya me olvidaste, ya no tienes días malos, ya no mueres por llamarme, o por escuchar mi voz un par de segundos y colgar, ya no sientes nada al escuchar mi nombre, ya soy parte de ese cajón al que pusiste con cariño un letrero que dice en mayúsculas " pasado".  Pero un día te va a salir esa canción, un día verás esas flores que me gustaba enviarte, un día pasarás por ese lugar y te acordarás de este loco que te quiso como nunca nadie. Y no sé, a lo mejor ese día me extrañes, me busques, o escribes, o vienes, o quizá sólo volteas al cielo, me deseas lo mejor donde quiera que yo esté y me dedicas un suspiro, ya sabes, por todos esos momentos donde pensamos que envejeceríamos de la mano. Quizá ya me olvidaste, quizá ya estás en paz, o a lo mejor, como yo, aún tienes encendida muy dentro en el corazón una pequeña esperanza de que volveremos a encontrarnos. 

Whisky on the rocks.

Ibas a ser el amor de mis días, de mis noches, mi llamada favorita, mi notificación más anhelada durante el día; quería que fueras mi cocinera favorita, mi copiloto, mi compañera de viajes y aventuras, mi lugar seguro, mi paz y mi abrazo que me llenaba de vida. Sentirme en casa fue siempre tu mayor virtud, esos ojos negros expresivos que por siempre me encantaron, esa risa única que al escucharla una y otra vez, me derretía por completo. Todo pasó tan rápido que el final también llegó de la misma manera, en ocasiones, querer tener todo bajo control nos hace perder las cosas más importantes y esta vez no fue la excepción. Te recuerdo cada día con un inevitable suspiro, te reconocí fácilmente como quien encuentra un faro lleno de luz, aprendí a quererte de repente, casi sin planearlo, me llenaste de ilusión y de miles de minutos al teléfono donde no había nada más importante que escuchar tu voz. Y como dijo mi buen amigo Sabina: Lo nuestro duró Lo que duran dos cubos de hielo En un whisk...