Ir al contenido principal

Entradas

El costo de amar.

Me costaste mucho, me costaste noches de insomnio,  letras en silencio, me costaste mil lunas  todas llenas de suspiros,  me costaste mi paz, mi ansiedad, uno que otro whiskey,  con RedBull por supuesto.  Me costaste  viejas amistades  y nuevos contactos,  me costaste  amaneceres vacíos,  atardeceres pensándote,  y un pensamiento constante,  de que ya nada me sabe igual. Me costaste  varios viajes en carretera,  donde prefería  tomar el camino más largo,  para evitar llegar a extrañarte.  Me costaste mi salud,  infinidad de pensamientos,  buenos y no tan buenos.  Me costaste  intentarlo con otras personas  pero seguía encontrándote  en cada una de ellas. Me costaste  no escuchar varias canciones,  y ciertos playlist, me costaste  evitar rutas y lugares.  Me costaste  borrar tu número  unas cien veces,  y también me costaste  aprendérm...

Carta a mi ansiedad.

Estimada Ansiedad.  Hoy quiero dedicarte esta carta para agradecerte por todas las veces que has estado presente en mi vida. Sé que suena extraño, pero en realidad, estoy agradecido. Al principio, no entendía tu presencia constante, me parecía que eras una carga y un obstáculo para mi felicidad, sin embargo, ahora veo que estuve equivocado todo el tiempo. La verdad es que tú has sido una maestra valiosa en mi vida. A través de ti, he aprendido mucho sobre mí mismo. Me has enseñado a ser más consciente de mis pensamientos y emociones, y me has hecho darme cuenta de que soy capaz de enfrentar situaciones que creía que eran imposibles.  Sé que hay momentos en los que puedo sentir que me ahogas por completo, me paralizas y me haces sentir impotente. Pero también sé que puedo superarte. A medida que trabajo en mi y en mi crecimiento personal, me doy cuenta de que estoy aprendiendo a controlarte y a lidiar contigo de una manera más efectiva. Gracias por enseñarme que soy más fuerte ...

Cura para un insomnio.

Siempre quise hacerte el amor a la mañana siguiente y después del insomnio que se acurrucó en tu pecho.  Siempre quise despertarte  con el aroma del café que se confunda con el olor a tierra mojada y la parte fría de la almohada.  Siempre quise susurrarte al oído  lo bonita que es tu espalda  y ver sonreír tu boca al despertar para que opaque cualquier amanecer.  No es por nada pero te prefiero más que el café recién hecho por la mañana en un sábado con lluvia y eso ya es mucho decir.  Siempre quise terminar de contar tus pecas apuesto que eran más de las que pudieron recorrer mis labios en un par de noches.  Aún extraño que mis dedos jueguen con tu cabello negro que se deslicen entre los lunares hasta caer en tus hombros.  Hay anhelos que siempre seguirán existiendo aunque se cumplan aunque se sueñe despierto con ellos.  En tu mirada siempre encontré la fuerza que necesité en momentos de flaqueza, fuiste cura para un insomnio que hoy su...

Crónicas de una soledad que cura.

Todo lo que quiero en este momento es estar conmigo, regalarme paz, felicidad y tranquilidad, que nadie venga a molestar, que nadie venga a querer a medias, que nadie venga a estorbar. Estoy trabajando en mí, sanando las heridas, poniéndole puntos finales al pasado, escribiendo poemas, canciones y uno que otro mensaje al que jamás presionaré "enviar", pero espero que la vida misma lo haga por mí. En este momento soy mi prioridad, estoy arreglándome el corazón, el alma y quizá hasta los karmas si es que existen, cambiando las luces que se fundieron en los últimos intentos y botando ya lo que no tiene lugar en mi futuro. Me cansé de compañías que lastiman, de los "aquí estoy" que apenas duran unas cuantas noches y de que vengan a jugar cuando no sé poner límites, no sé irme, no sé decir que no. Y está mal, porque uno mismo es quien a veces se rompe el corazón por terco, tonto, y por subir demasiado los pedestales a quien no lo merece, por eso estoy trabajando en mí,...

Volveremos a vernos.

Sigo creyendo que volveremos a vernos, que sólo fuimos torpes e impuntuales, que vendrá otro momento, que nuestra lista de pendientes nos espera para la aventura, para esos chineos que no nos dimos y esos lugares donde nos faltó besarnos hasta quemarnos.  Volveremos a vernos, nos quedaron en los bolsillos atardeceres llenos de risas con malos chistes incluídos, el río al que tirábamos piedritas nos sigue esperando, al igual que ese restaurante al que prometimos regresar un día que tuviéramos un poco más de hambre.  Porque sé que hay historias que nunca terminan y amores que jamás se marchitan, y no muy distante de eso estamos nosotros, casi a medio año luz, siendo un par de tercos aficionados a las despedidas y a los desenlaces inesperados.  Volveremos a vernos, no sé cuándo, no sé dónde, no sé cómo, y sigo siendo un completo  tonto por seguirlo esperando, por aguardar el día en que cruces de nuevo la puerta y me sonrías igual con esa cálida tarde de mayo que llevas ...

Un domingo de febrero.

Me gusta mi soledad, hace ya algún tiempo que no me preocupo si tendré a alguien para pasar los domingos, ya no me apura en lo más mínimo que nadie me llame, ya no respondo mensajes por responder, ya no extraño a nadie, ya no llevo prisa por dejar de estar solo. Un día entendí que antes de todo mereces estar bien, mereces tranquilidad, mereces que vengan a quererte bonito o que mejor no vengan, y sí, la verdad es que prefiero que no haya nadie a estar con cualquiera. Me prometí a mí mismo que la próxima persona que ocupe ese lugar en mi vida, tiene que ser alguien supere todas mis expectativas, alguien que venga a demostrar, alguien que me vea con toda la magia de este planeta, porque así tiene que ser, ya me cansé de aceptar menos y complicarme la vida con relaciones que no van a ningún lado. Me gusta mi soledad, porque estar conmigo es sacarse toda la puta lotería, porque soy mucho y ofrezco mucho, porque ya no tengo ganas de desperdiciar mi tiempo, mi cariño y mis días. Por eso ya n...

A quien corresponda.

Quiero un amor que me ponga a acelerar el corazón, que venga lleno de locuras, viajes y  atardeceres, que se sienta como poner las manos cerca de una fogata en los días fríos, que no tenga excusas, que mande mensajes a todas horas, que cada día quiera matarme con sonrisas y con uno que otro chineo. Quiero un amor que me saque de la rutina, que haga de los lunes un fin de semana, que llegue a media tarde un martes o un jueves para ver películas, acurrucarnos y quedarnos así hasta la madrugada, hablando de todo, riendo de todo, enamorándonos de todo. Quiero un amor que sea valiente, que me quiera por lo que brillla y también por lo difícil, que en los malos momentos no se mueva ni un centímetro, que sea capaz de hacerme sentir cuando todo se me caiga que estaremos bien con una mirada, con un abrazo, con una palabra. Quiero un amor que quiera conocer cada centímetro de mi alma, que me pregunte de mis gustos, de mis cosas favoritas, de cuando era niño y pueda contarle los secretos que ...