Me costaste mucho,
me costaste noches de insomnio,
letras en silencio,
me costaste mil lunas
todas llenas de suspiros,
me costaste mi paz, mi ansiedad,
uno que otro whiskey,
con RedBull por supuesto.
Me costaste
viejas amistades
y nuevos contactos,
me costaste
amaneceres vacíos,
atardeceres pensándote,
y un pensamiento constante,
de que ya nada me sabe igual.
Me costaste
varios viajes en carretera,
donde prefería
tomar el camino más largo,
para evitar llegar a extrañarte.
Me costaste
mi salud,
infinidad de pensamientos,
buenos y no tan buenos.
Me costaste
intentarlo con otras personas
pero seguía encontrándote
en cada una de ellas.
Me costaste
no escuchar varias canciones,
y ciertos playlist,
me costaste
evitar rutas y lugares.
Me costaste
borrar tu número
unas cien veces,
y también me costaste
aprendérmelo de memoria.
Me costaste
salir cada día
intentando sobrevivir,
cuando sé que claramente
sobrevivir no es vivir.
Me costaste
recordar cosas que nunca pasaron,
días que nunca vivimos,
besos que se quedaron de camino.
Me costaste
muchos "te extraño"
que no logré enviar,
imágenes románticas
que guardé para ti,
y un beso al cielo
por cada día sin vernos.
Me costaste
toda una vida
con una curita en el corazón
que lleva tu nombre.
Como diría mi buen amigo Sabina:
"tanto la quería,
que tardé en aprender
a olvidarla
diecinueve días
y quinientas noches."
Comentarios
Publicar un comentario