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Resiliencia.

- Estaba tomado, quizá un poco más de lo cotidiano, hablando a solas con tu recuerdo de lo mucho que te extraño, las noches de frío en que te esperaba escondido, en la sombra permanecí mucho tiempo hasta que llegaste con aquel azul vestido y el abrazo de esa pequeña esperanza regalándome un motivo para sonreír y sobrevivir a un cruel castigo. Algo ebrio mientras dibujo en el espejo renglones torcidos, que con suspiros sobre ellos una carta escribo, me doy cuenta que he quedado en el olvido, y de un fuerte soplido apago esa vela que me mantenía aferrado a una cordura que esperaba ver de nuevo aquel lunar en el párpado que una vez fue mío. Dando suaves besos a una botella y conversando con un Marlboro mentolado, comienzo a perder la conciencia y veo pasar todos aquellos hermosos instantes que pronto quedaron en el olvido, poco a poco elimino todo lo que alguna vez me mantuvo vivo, tuve que morir esta noche para renacer vacío. Al fin levanto la mirada al cielo, y solo veo estrellas, ya no...

Alma terca.

La esperé con el alma inquieta, con el corazón esperanzado, con los ojos mirando al infinito atardecer  y los brazos anhelando poder estrecharla. La espero cada bendita madrugada, con la ventana abierta de par en par, con la luz de la esperanza encendida y de fondo una canción que habla  de lo que alguna vez nos quisimos. Aguardo a su llegada sin aviso previo, a que por las noches tenga frío y en mi pecho busque abrigo, para dormir abrazados bajo el cobijo  de la discreta Luna. Aquí la espero con el alma desnuda y el cuerpo expuesto a sus encantos, la piel erizada al recordar sus caricias y el corazón acelerado al revivir aquellas horas de total entrega. La he esperado en silencio,  sin pedirle que regrese, sonriéndole a la vida y llorando su ausencia. Alma terca que no deja de repasar  los bellos momentos que compartimos, y un corazón que suspira su nombre con cada recuerdo, con cada latido. Aún la espero... aún la quiero.

Crees irte, pero no.

¿Piensas que te fuiste porque dijiste "Bye"?  ¿Piensas que ya se terminó porque no se ven más? A veces no, a veces  no termina.  A veces cuando menos se ven es cuando más presentes están, cuando más se piensan. A veces se buscan en otras bocas, en otros cuerpos, pero no son... Y duele.  A veces crees irte, pero no, siempre llegas a la misma hora.  Estás ahí, no te fuiste ni un segundo, nadie te volvió a abrazar igual, ningún otro beso te dio sed. No volviste a mirar para arriba y agradeciste por ese día que llegó a tu vida.  Juntos se matan, separados se extrañan, cerca se lastiman, lejos se piensan cada segundo.  ¿Dónde está la lógica?  ¡El amor no tiene lógica, ahí está! A veces alguien te marca tanto, pero tanto, que no te vas ni yéndote, siempre algo tuyo queda ahí, flotando día a día.  Crees irte, pero no. Sales a distraerte, te convences que superaste y no estás haciendo más que querer volver. Te aferras, te atas a quien te hace mal sól...

Con los años.

Con los años; 33 años para ser exactos. Para algunos muchos, para otros pocos. Para mí, los suficientes como para recibir algunas lecciones de este transitar llamado vida.  Con los años aprendí que el primer beso, no es el que damos por primera vez en nuestras vidas. Primer beso es aquel que te hace estrenar sentimientos, que te hace viajar a un mundo paralelo mientras cierras los ojos. Me di cuenta que a una misma persona la puedes besar por primera vez muchas veces.  Con los años entendí que además los besos más profundos y las caricias más hermosas se producen en el silencio de dos miradas que se entienden sin palabras, sin gestos, muchas veces a la distancia, pero que  son capaces de  compenetrarse hasta el punto de provocar sonrisas que se graban en la memoria.  Con los años le di más valor a los abrazos, por que estos nunca estarán de más, pero vaya que los puedes extrañar. También, me di cuenta de que esos besos en la frente pueden cargar más amor qué hor...

En otro planeta.

Ojalá jamás nos falte el valor para irnos de esos amores que nos hacen llenarnos de dudas, hacer las maletas siempre a la primera cuando algo no se siente correcto y jamás permitir que el corazón se nos enfríe por estar de tercos mendigando cariño, atención y tiempo. Porque no se puede querer arriesgarse la vida por alguien que no mueve un dedo por ti, porque no puedes ofrecerle sentimientos sinceros a quien te da cambio mentiras y desinterés, porque no está bien querer perder la cabeza por alguien que sólo juega a quererte a veces. Por eso si no es mutuo, no te quedes, no insistas, no te rompas el corazón a ti mismo, no des demasiadas oportunidades a quien no las merece, no te quedes esperando a que cambien, no soportes verdades a medias, porque mereces un amor bonito que le sobren las ganas, que te enamoren con sonrisas y que te hagas sentir en otro planeta cada vez que te mire a los ojos. 

Entre insomnios y canciones.

Pudo ser cuestión de suerte, o una simple coincidencia, pero prefiero interpretarlo  como un regalo de la vida.  Tan sutil e inteligente,  tan única y auténtica,  bella sobre bellas,  y sumamente exclusiva. Quizá sea esa su mejor cualidad,  o al menos  la que a mí me llenó de tanta curiosidad, su rostro era un misterio, su voz, indescriptible.  Valiente y esforzada,  cuidadosa con sus palabras  y una ortografía impecable,  digna de leer día y noche.  Insomnio y canciones,  sus fieles compañeros,  un poco aventurera,  en ocasiones un poco rota,  pero nada que un buen café la detuviera,  elegante como un sol bemol,  acostumbrada a los " Lucía(s) muy bien hoy ",  dulce y caliente, llena de sueños.  Sus ganas de sanar y avanzar  eran interminables, su sonrisa infinita,  pese a que esconde miles de secretos, sus ojos cálidos y llenos de magia,  como el más bonito atardecer cerca...

Espero curarme de ti.

Espero curarme de ti  y que las lluvias ya no duelan  sino que me acaricien los miedos  que los inviernos no sean nostálgicos  sino una excusa para cruzar nuestras piernas.  Espero curarme de ti  y que las canciones ya no suspiren tu nombre sino que te traigan a mí  que bailemos al ritmo de tus caderas  y que pongamos como excusa  la música para los besos.  Espero curarme de ti  y que los insomnios  ya no sean un montón de desvelos en vano  sino un motivo más  para desbordarnos las ganas de tocarnos  que tus manos se marquen en mi espalda  y que cada noche tus hombros  juegen a ser cueva de mis labios.  Espero curarme de ti  y sanar esta ausencia  que adopté  el día que te marchaste,  quise ponerle nombre a todos los poemas que rimaban con tu nombre  te busqué hasta en las sábanas  para ver si encontraba tu aroma  perdido en una almohada.  Pero no estabas....