Ir al contenido principal

Entradas

A veces en forma de letras.

Hay emociones que sofocan que asfixian  que roban la paz  por la que tanto has trabajado  te duelen personas que se alejaron por voluntad propia  algunas que creiste superar  otras que se adelantaron en el camino  aparece un nudo en la garganta de una cuerda invisible  pero que duele en el cuello  y te hace llorar hasta el cansancio  hay emociones que reviven  y te provocan un dolor insensato te llenas de dudas y te preguntas si alguna vez fuiste suficiente  te duelen los fantasmas del pasado y las personas que dejaste ir  de pronto laten de nuevo  mientras tu solo te preguntas  por cuanto tiempo...  ¿estaran aqui?  por cuanto tiempo  y, ¿volveran a doler tanto como el dia que se fueron?  buscas respuestas a preguntas  que nadie puede responder  buscas ahogar esta emocion  y tu de rodillas solo pides un milagro  y tu  ni crees en ellos ni crees en ti  ni crees en nadie...

Con esa mirada tan eterna.

Siempre quise despertarte con el aroma del café  que se confunda con el olor a tierra mojada y la parte fría de la almohada. Siempre quise susurrarte al oído  lo bonita que es tu espalda y ver sonreír tu boca al despertar para que opaque cualquier amanecer.  No es por nada pero te prefiero más  que el café recién hecho por la mañana  en un sábado con lluvia y eso ya es mucho decir.  Siempre quise terminar de contar tus pecas apuesto que eran más  de las que pudieron recorrer mis labios en un par de noches.  Aún extraño que mis dedos jueguen  con tu cabello negro  que se deslicen entre las mejillas  hasta caer en tus hombros.  Hay anhelos  que siempre seguirán existiendo aunque se cumplan aunque se sueñe despierto con ellos.  En tu mirada siempre encontré la fuerza que necesité en momentos de flaqueza fuiste cura para un insomnio que hoy suplica por tus besos.  Posdata: Siempre te recuerdo con esa sonrisa tan tuya...

La poesía jamás será la misma.

Dolió saberte en otros brazos aunque estuvieras feliz  y sin competencia pensé en lo peor.  Que yo de tu vida no era más que recuerdo  o refugio  dependiendo de la temporada anhelo y despedida o simplemente ya  nada  que de tus abrazos  jamás sabría de nuevo que tu aroma  y mi gusto insaciable  permanecería en el  desdén de tu indiferencia  hasta que el destino  se dignara a demostrarte  que estamos deshechos el uno sin el otro.  Dolió encontrarte  -pero más despedirnos- -la respiración huyendo -como tú de mí -jamás un abrazo de aeropuerto  -fue tan importante -como la primera vez  -que te vi -después de tanto.  Las letras que se plasman aquí no son solamente un anhelo es tan solo un testigo de los montones más que tengo  para demostrarte  que estoy dispuesto a seguir amándote aunque me quede sin días.  Dolió  y mucho.  Te quise olvidar pero no por desdén  ni por renco...

Sin reclamos y sin rencores.

Te extraño en las lluvias de las tardes,  rodeado de este eterno mar de gente que ríe pero que no siente.  Te siento en la soledad rodeado de cuatro paredes que ya no saben si hablar de ti y ponerse a llorar conmigo.  Te quiero cerquita pero también lo suficientemente lejos para no contagiarte de este dolor que solo sana contigo.  Te amé cada vez que intenté decirte adiós cuando quise superarte en otros brazos y abrazos, s olo encontraba más razones para quedarme. Y aunque nunca fue amor siempre fue romántico hacerme el tonto y creer que un amor de verano sería eterno.  Sin reclamos y sin rencores eres la herida que no cicatriza eres la enfermedad que nunca sana.  Y por si nos quedan dudas: Te duelo cuando te olvido  pero te amo cuando vuelves. Fuiste la lágrima recurrente el insomnio eterno el dolor permanente...

Preciosa: Te has levantado de situaciones peores.

Preciosa: Te has levantado de situaciones peores, esto también duele y está bien. El dolor es el acto consecuente de vivir. Así como sentirse feliz, emocionado, extasiado, preocupado, angustiado o cualquier otra emoción, es parte de sentirse vivo.  Pero vamos al caso, ¿qué te duele el día de hoy? ¿Es arrepentimiento? ¿Es preocupación? ¿Es dolor por algo del pasado? Quizá sea momento de comenzar a analizar las razones de esa emoción y enfrentarlas. Quizá no hayas notado que evadirlas no sirve de mucho. De hecho, solo hace más grande el problema cuando lo ignoras. Entonces si la estrategia de omitir y no hacer nada no te ha funcionado, ¿qué te parece un cambio?  Da pasos pequeños y no te presiones ni te exijas demasiado. Llévalo poco a poco. Y conforme veas pequeños cambios, notarás una mejoría. Comienza con los actos de amor básicos: No te pongas adjetivos negativos y comienza a acariciar tus virtudes y esos mal llamados defectos que no son cosas que por ahora no nos gustan....

Días grises.

Está bien si quieres llorar quedarte en tu cuarto sin saber nada  del resto del mundo.  Estás en todo tu derecho  a comer todo el helado que quieras porque si eso te hace sentir bien está bien.   Porque a veces solo necesitas quedarte en cama observar el techo y abrazar las sábanas  hasta que ya no quede nada  dentro de ti.  Sin embargo vale la pena  hacerte saber  que tienes la sonrisa  los ojos y el corazón más hermoso que este planeta ha podido tener.  Entiende que  lo que te pasó será pasajero que habrá más días  y más noches para disfrutar  y si hoy quieres quedarte allí en cama sin hacer nada está bien.  Ojalá pronto te des cuenta que mereces ser feliz  así que empieza a amarte yo lo haría por ti solo por existir.   Y está bien si mañana quieres salir a cortarte el pelo para recortar tus penas si mañana quieres besarte con quien sea para imitar el movimiento de sus labios está bien....

Dulce soledad.

Soledad me acompaña  en las noches más frías y los veranos más secos. Elegir estar sin compañía es el paso más difícil y traicionero. Cuando lloras en silencio y solo tienes cuatro paredes que te observan sin hablar. Te alejaste de tus amigos de quienes alguna vez se jactaron de estar en las buenas y las malas. Resultó que solo fuiste muralla hombro y almohada donde podían descansar sus penas. Pero cuando todo fue gloria los triunfos nunca fueron compartidos sino anécdotas contadas por terceros. Hueles a placer eterno a compañía silenciosa a egoísmo disfrazado de paz. Te elegí por encima de todo aún por encima de mí y terminé amándote en silencio. En los momentos de calma la paz puede ser la tormenta más caótica y el insomnio más brumoso. Te sientes como bochorno  que sofoca el alma y asfixia los recuerdos. Soledad que agrada solo cuando te sientes bien contigo y los demás están en el olvido.