Que no nos gane la rutina. Que las calles de esta ciudad nos encuentre siempre existiendo a puros besos en todos sus rincones. Que nos hagamos el amor con la mirada. Que nos besemos con los ojos mucho antes que con la boca. Que nos cause risa que nos digan locos por hacer locuras sin dar explicaciones. Que se rían de nosotros por ser diferentes y nosostros de ellos por ser todos iguales. Que nos elijamos todos los días pero que no nos necesitemos nunca. Que construyamos un para siempre a poquitos, día a día. Que desenredemos nuestros hilos rojos de las pérdidas de tiempo donde se nos enredó en el pasado. Que confiemos el uno en el otro, espalda con espalda, dos felices eligiendo ser uno. Que nos importe un carajo el "que dirán" mientras nos haga bien a nosotros. Que sea tan fuerte lo que tenemos que jamás haya lugar para que entre alguien más a romper. Que nos miremos y veamos magia. Sin trucos. Menos no.