Ir al contenido principal

Entradas

De vez en cuando.

De vez en cuando se antoja como un amor que no se vaya, pero solo de vez en cuando, porque entonces piensas en las veces que te han roto y que hoy nadie sabe valorar, ni cuidar, ni mejorar o tratar de hacer que las cosas funcionen p orque si, se necesita mucho coraje y también un poco de valor para intentar poner todo lo que tienes en sus manos para que un día se vayan, para que te destruyan, para que te mientan, para que te cambien por otra persona en cuestipon  de semanas, días u horas. Pero de vez en cuando quieres un amor que sepa mantener la distancia, que sepa que estás siguiendo tus sueños y te apoye, que crea en ti las veinticuatro horas del día, que entienda lo difícil que es construir una relación sana. Una relación que muera por ser extrovertida, que sepa hablar y resolver problemas en lugar de alejarse, alguien  que te diga que se va a quedar durante los problemas, lo hace y no lo dice por decirlo, porque se alegra, porque suena bonito. Porque si, ya estás cansado ...

Manual para un mal día.

No tiene nada de malo sentirse un poco perdido de vez en cuando, quizá aún no estás en el lugar que quires, ni en los brazos que esperas, tal vez el corazón sigue estando en la última persona en quien piensas antes de dormir. A veces es entendible sentirse un poco estancado, e incluso dudas de si algún día por fin vas a lograrlo. Solo no dejes de intentarlo, no te des por vencido, espera a que la última puerta se cierre, hasta que tus intentos todos fallen, no dejes de escuchar ese corazón, ni dejes que un mal momento te haga dudar y de la capacidad que tienes de siempre poder estar bien aunque todos se vayan al final del día. A veces las cosas tardan un poco más en llegar, lo imposible solo tarda un poco más, a veces ese mal día es necesario para cambiar y dar un giro al rumbo que traías. Tarde o temprano lo bonito llega, solo no te rindas a pesar del duelo, a pesar del daño, síguelo intentando sin importar cuantas veces cambies de camino, Ah, y por favor, hagas lo que hagas, no te qu...

¿Y si?

¿Y si me dejas invitarte un café y que el café sea lo que menos nos interese?  ¿Y si hablamos de todo hasta que el silencio nos diga lo único que necesitamos escuchar?  ¿Y si caminamos a ningún lado hasta llegar al lugar indicado?  ¿Y si nos vemos a los ojos y luego los cerramos para imaginarnos juntos siempre?  ¿Y si llegas a mi casa y me pides que nos sentemos por horas a reírnos en el balcón?  ¿Y si ignoramos al destino y su complejidad y sólo nos dedicamos a ver cuánto duramos?  ¿Y si me dejas cuidarte y regalarte mis mejores intenciones con desayunos y besos?  ¿Y si nos acostumbramos a estar el uno con el otro en el invierno, y en el verano, en cada tormenta y en cada tarde gris?  ¿Y si nos dejamos de tantas dudas y lo intentamos sin el miedo de que esta vez no funcione?  ¿Y si nos escogemos todos los días y bailamos cada noche abrazados hasta que la vida nos una para siempre?

El costo de amar.

Me costaste mucho, me costaste noches de insomnio,  letras en silencio, me costaste mil lunas  todas llenas de suspiros,  me costaste mi paz, mi ansiedad, uno que otro whiskey,  con RedBull por supuesto.  Me costaste  viejas amistades  y nuevos contactos,  me costaste  amaneceres vacíos,  atardeceres pensándote,  y un pensamiento constante,  de que ya nada me sabe igual. Me costaste  varios viajes en carretera,  donde prefería  tomar el camino más largo,  para evitar llegar a extrañarte.  Me costaste mi salud,  infinidad de pensamientos,  buenos y no tan buenos.  Me costaste  intentarlo con otras personas  pero seguía encontrándote  en cada una de ellas. Me costaste  no escuchar varias canciones,  y ciertos playlist, me costaste  evitar rutas y lugares.  Me costaste  borrar tu número  unas cien veces,  y también me costaste  aprendérm...

Carta a mi ansiedad.

Estimada Ansiedad.  Hoy quiero dedicarte esta carta para agradecerte por todas las veces que has estado presente en mi vida. Sé que suena extraño, pero en realidad, estoy agradecido. Al principio, no entendía tu presencia constante, me parecía que eras una carga y un obstáculo para mi felicidad, sin embargo, ahora veo que estuve equivocado todo el tiempo. La verdad es que tú has sido una maestra valiosa en mi vida. A través de ti, he aprendido mucho sobre mí mismo. Me has enseñado a ser más consciente de mis pensamientos y emociones, y me has hecho darme cuenta de que soy capaz de enfrentar situaciones que creía que eran imposibles.  Sé que hay momentos en los que puedo sentir que me ahogas por completo, me paralizas y me haces sentir impotente. Pero también sé que puedo superarte. A medida que trabajo en mi y en mi crecimiento personal, me doy cuenta de que estoy aprendiendo a controlarte y a lidiar contigo de una manera más efectiva. Gracias por enseñarme que soy más fuerte ...

Cura para un insomnio.

Siempre quise hacerte el amor a la mañana siguiente y después del insomnio que se acurrucó en tu pecho.  Siempre quise despertarte  con el aroma del café que se confunda con el olor a tierra mojada y la parte fría de la almohada.  Siempre quise susurrarte al oído  lo bonita que es tu espalda  y ver sonreír tu boca al despertar para que opaque cualquier amanecer.  No es por nada pero te prefiero más que el café recién hecho por la mañana en un sábado con lluvia y eso ya es mucho decir.  Siempre quise terminar de contar tus pecas apuesto que eran más de las que pudieron recorrer mis labios en un par de noches.  Aún extraño que mis dedos jueguen con tu cabello negro que se deslicen entre los lunares hasta caer en tus hombros.  Hay anhelos que siempre seguirán existiendo aunque se cumplan aunque se sueñe despierto con ellos.  En tu mirada siempre encontré la fuerza que necesité en momentos de flaqueza, fuiste cura para un insomnio que hoy su...

Crónicas de una soledad que cura.

Todo lo que quiero en este momento es estar conmigo, regalarme paz, felicidad y tranquilidad, que nadie venga a molestar, que nadie venga a querer a medias, que nadie venga a estorbar. Estoy trabajando en mí, sanando las heridas, poniéndole puntos finales al pasado, escribiendo poemas, canciones y uno que otro mensaje al que jamás presionaré "enviar", pero espero que la vida misma lo haga por mí. En este momento soy mi prioridad, estoy arreglándome el corazón, el alma y quizá hasta los karmas si es que existen, cambiando las luces que se fundieron en los últimos intentos y botando ya lo que no tiene lugar en mi futuro. Me cansé de compañías que lastiman, de los "aquí estoy" que apenas duran unas cuantas noches y de que vengan a jugar cuando no sé poner límites, no sé irme, no sé decir que no. Y está mal, porque uno mismo es quien a veces se rompe el corazón por terco, tonto, y por subir demasiado los pedestales a quien no lo merece, por eso estoy trabajando en mí,...