Ir al contenido principal

La importancia de decir las cosas claras desde el principio.

¿Qué somos? Si me quieres para un rato o para algo serio, necesito que me lo digas, aunque me duela necesito saberlo. 

Llevamos dos meses y medio saliendo y aún no sé cuáles son tus intenciones conmigo, me buscas todos los días, me llamas por las noches y en las mañanas siempre tengo tu mensaje de buenos días sin falta a las 9 de la mañana. 

Siento que me mandas señales con la mirada cuando camino cerca de ti, me tomas de la mano cuando caminamos y a veces me besas, pero no sé para qué me quieres. 

Te lo he preguntado más de dos veces... ¿Qué somos? ¿Somos un instante? ¿Somos un rato de sexo? ¿Somos novios? ¿Somos amantes? ¿Somos amigos con derechos? ¿Somos nada? 

Sea lo que sea, dímelo. 

Dime si me quieres para una noche, dime si solo te has querido acostar conmigo desde el inicio. Que no te importe si me dolerá, porque el error desde el inicio fue mío. 

Sé sincero conmigo, si me duele será mi problema por ilusionarme desde el principio y no darme el tiempo de conocer a la persona con la que estoy saliendo. 

Sé sincero conmigo, no me engañes enviando falsos "te quiero”, tampoco me digas que me extrañas, porque entre más tiempo esté contigo y sin ti, más te voy a querer. 

Necesito que me digas qué somos. 
Si soy solo una más del montón para ti o si serás uno más como todos los del montón. 

Necesito que me digas qué somos para no perder más mi tiempo, mis sentimientos, para no perder la esperanza de que el amor existe y buscar en otro lado el amor que tú no me pudiste dar. 





Comentarios

Entradas más populares de este blog

Un San Valentín cualquiera.

Hace ya algún tiempo que decidí estar solo, dejarme ya de tantas pendejadas y quitarme el miedo a la soledad, porque pues, en realidad no pasa nada si nadie llama o escribe, no pasa nada si tengo que esperar a que un buen amor llegue, no pasa nada si dedico el tiempo para mí. A veces pienso que le damos demasiada importancia al amor, o sea, sí está bien tener pareja, pero tampoco es lo único en la vida que vale la pena, y no me mal entiendas, soy un romántico de lo peor, pero ya me cansé de serlo con la persona equivocada. Y en este tiempo de soledad he aprendido que siempre habrá opciones, pero debemos tener el maldito de valor de decir que no a alguien que no llena nuestras expectativas, tener el valor de no conformarnos, tener el valor de no aceptar algo sólo porque nos gusta, o nos habla bonito, o cualquier otra borona de amor entre sus líneas. La mayoría de las personas complican el amor porque en realidad aceptaron algo que no les gustaba desde el inicio, algo que les daba dudas ...

Un para siempre.

Ya no le tengo miedo a quedarme solo, ya he perdido al amor de mi vida un par de veces y aquí sigo, no he dejado de creer pero cada vez el corazón se ha vuelto más frío, más duro y más sensato. No quiero decir que ya no me volveré a enamorar, porque más rápido cae un hablador que un cojo, pero sí puedo decirte que ya no quiero enamorarme de quien sea, ya no quiero más heridas, ni provocarlas; ya no quiero más coincidencias e intentos fallidos. Y ya sé que uno nunca sabe lo que va a pasar, al final el destino es un hijo de perra y cupido otro, pero a mí me gusta pensar que la próxima vez será la buena, la próxima vez ya nadie terminará con el corazón roto. Yo no le tengo miedo a quedarme solo, te lo juro, pero ya no confío tanto en las personas, ya no me emociono tan fácil, ya me morí varias veces en esto del amor, por eso ya sólo quiero cafecito caliente, tranquilidad y un para siempre que sí dure lo que promete.

Tropezar, caer y levantarse.

Supongo que todos hemos sido esa versión que nos hubiera encantado mejorar para alguien, o esa versión muy bonita que alguien no supo valorar ni cuidar. También hubiéramos podido equivocarnos menos, haber tomado mejores decisiones, cometer menos errores, dar menos oportunidades pero incluso de lo que sale mal vienen las mejores lecciones. A lo mejor van a haber disculpas que nunca llegaron o que nunca tuviste la oportunidad de dar, te vas a tener que quedar con algunos «quizá» y otros «hubiera» atrapados en el alma, vas a tener que soltar algunos para siempre y quedarte con futuros que sólo van a existir en los suspiros en medio de tantos atardeceres. Y no sé, creo que a veces simplemente no es el lugar o la persona, que no estamos listos o no están listos, que nos hace falta sanar o un poco mas de amor o tranquilidad o sólo es un mal momento de tu vida y en esos momentos todo está de cabeza. Supongo que al final todos seguimos mejorando, ya sabes, tropezando, cayendo y levantándo...