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Las señales son claras.

Entiende, preciosa:
Eres una más del montón.

Las señales son claras:

Te busca cuando quiere
cuando las otras no le responden 
y cuando más lo necesitas
solo desaparece.

¿Quieres más?

Los fines de semana se desaparece,
no atiende tus llamadas,
tienes que jugar al detective
para saber tan solo un poco más de él.

¿Por qué?

No te preocupes por las respuestas
mejor cuestiona si este amor
es realmente amor
quizá es solo una confusión.

O las ganas de amar desenfrenadamente.

Entiende, mi amor:
Eres una más del montón.

Y vales menos por eso, no.
Tampoco eres una cualquiera, no.
Mucho menos mereces eso.
Y ni de cerca eres una mala persona.

Quítate eso de la cabeza.

Cuando una persona engaña,
o cuando juega a enamorar
es porque no sabe amar,
porque no puede amar.

Y quizá te sigas preguntando por qué…

Pero por más vueltas que le des
ese hombre no es para ti,
no te merece, preciosa,
no es para ti, mi amor.

Tú lo que mereces es un hombre que sepa lo que quiere.
Y tú también debes poner claras tus metas, tus límites, tus deseos.

Empecemos por definir la delgada línea
entre amor propio y el amor que deseas merecer,
entre el amor que recibes
y las migajas que te da el susodicho.

Si ponemos en una balanza
el amor que sientes por ti
y el amor que quieres sentir, 
¿cuál pesa más?

Si el amor que quieres sentir es más grande
que el amor propio
aquí tenemos un problema…
Pero la buena noticia es que tiene solución.

A partir de hoy… 
Comenzarás a demostrar el amor que sientes
por los demás
hacia ti.

Empezarás a tener detalles
cenas románticas contigo,
detalles hacia ti
y empezarás a amarte porque sí

Y el día de mañana
cuando hayas reparado cada hueco que dejó 
el pasado
ahora sí siéntete con la libertad de amar

Por ahora enfócate en repararte
preocúpate por no ilusionarte con alguien 
que solo te da migajas
porque no le alcanza para darte lo que mereces

Un amor completo
un amor que no esté a medias
un amor que no se reparta
un amor de verdad.

Espero esto te quede claro, preciosa
que no mereces nada menos 
que el amor que tú misma
estás dispuesta a dar.


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