Un día, mientras dormíamos,
se despertó y me dijo:
- "Mi amor, ¿por qué si se te da bien
escribir versos y leer tan bonito
no me escribes o lees un poema?"
A lo que yo, casi sonrojado, le contesté:
"Mi amor, ya eres un poema,
desde que naciste,
estás tallada en poesía,
y aunque no quieras,
o puedas darte cuenta,
en cada parte de tu cuerpo,
lucen versos intangibles
que ni Neruda y Benedetti
serían capaces de plasmar."
"Mi amor, tu ya eres un poema,
y aunque yo haga el intento fallido
no podría ni en años hacer una copia exacta del bonito poema que eres."
Comentarios
Publicar un comentario