Carta abierta para quien está atravesando un desierto. (Larga pero si llegas hasta el final espero que sea de bendición).
Se que estás ahí, caminas por inercia, sientes que tus fuerzas ya no dan más. Tus pies se mueven pero sientes el cansancio te vence poco a poco. Te encuentras sol@ sabes que cuando caigas al suelo vendrán las aves de rapiña a buscar tu carne, por eso no caes, por eso aún sigues caminando.
Sé que miras a un lado y al otro y no ves respuesta. Tu boca no quieres abrir porque está reseca, tu garganta duele, tus ojos están cansados de llorar. Se qué parece una eternidad. Duele, quema caminar sobre la arena, hay hambre, hay sed, hay sueño. Te preguntas ¿Por qué a mí? ¿Por qué yo estoy atravesando esto?
De repente ves al cielo y le dices ¿Por qué te olvidaste de mí? ¿Por qué me abandonaste? ¿Dónde estás? ¿Existes? Primero te enojas, luego te duele, luego le reclamas, luego callas estás cansad@ y no sabes si realmente Dios existe y es Él quien te llevo hasta ahí.
¿Sabes por qué sé cómo te sientes ? Por qué he tenido que caminar en desiertos, desiertos de duelo de perder a un ser querido, desiertos de desempleo, desiertos de enfermedad, desiertos de rupturas de amistad o de pareja, desiertos económicos, desiertos de depresión y ansiedad, desiertos de culpa, de rechazo. Y sé lo que es sentir que no hay salida, que todo se acabó.
Yo también estuve en ese lugar y saben algo, si hoy escribo estas líneas es porque sé que detrás de una pantalla hay alguien que necesita leer esto, alguien que hoy una vez más se encuentra en ese lugar árido y está pidiendo una señal para no rendirse, para no dejarse caer y no se ser devorado por el enemigo y por quienes le acechan.
Quiero decirte que el desierto es el lugar de tu promoción, es un lugar temporal, que el desierto no es para matarte es para formarte. Que es ahí en ese lugar donde vas a crecer, donde verás a Dios glorificarse, donde verás a Dios arder entre las zarzas, donde escucharás su voz y su estrategia.
Ese desierto que hoy atraviesas es la antesala de la tierra prometida, es el lugar donde tu corazón entenderá de quién depende, donde te darás cuenta que las vanidades del mundo no son necesarias, donde entenderás que es lo realmente importante, donde aprenderás a priorizar. Fue en el desierto dónde Moisés recibió su llamado, fue en el Desierto donde el pueblo de Israel fue probado pero nunca abandonado por Dios. Fue en el desierto dónde Abraham recibió la promesa, donde Jacob peleó su batalla, fue en el desierto dónde florecieron Milagros de Dios sobrenaturales.
Hoy te digo que ahí donde estás este desierto no es para siempre, es temporal es la antesala para subir al monte, es la antesala de tu nueva tierra. Hoy quiero que sepas que Dios está haciendo algo en tu vida. Hoy mira hacia arriba y recibe el Amor del Padre, descansa bajo su ala, recibe el refugio de las piedras hará brotar agua para saciar tu sed, del cielo lloverá pan para saciar tu alma. Él será tu consuelo y tu refugio. Hoy es día para adorarle para dejarte amar por él, porque tu soledad será transformada, porque hoy él te dará promesa para que te aferres y encuentres el oasis de tu salvación.
"Yo te amo y cuido de ti, no te dejaré ni te abandonaré" esto es Él para tu corazón.
Hijo, hija no temas, que yo camino contigo, renuevo tus fuerzas y transformo tu desierto en manantiales de agua viva. Yo transformo tus realidades.
Necesitaba leer esto, gracias por compartirlo.
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