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Hace frío sin ti, pero se vive.

Fueron mis noches de soledad las que me hicieron entender todo, el estar vacío en la habitación y en el corazón. Fueron esos momentos de ansiedad y tristeza donde encontré el valor que me faltaba para seguir adelante, fueron los temores de una vida sin alguien a mi lado las que me hicieron crecer y saber que podía continuar. Veía el camino un poco obscuro, pero tenía que caminar, todos tenemos uno, y solos o acompañados se debe caminar, ya no podía esperar a nadie. Tenía desconfianza de seguir. Pensaba que sin alguien que me acompañara, no habría por donde caminar sin que dolieran las espinas de la ausencia. 

Pero miraba de frente; siempre y a lo lejos, miraba una luz, esa luz que siempre pensé que seguías siendo tú, como lo fuiste cuando estuviste aquí, pero no, cuando ya no estabas, supe que me había equivocado y lamentaba eso. Pero cargando con eso, decidí continuar, caminé por noches y días, por semanas y meses, y en el camino me iba encontrando seres humanos maravillosos, personas que me ayudaron, que me brindaban un poco de pan y bondad, un vaso de agua y su atención, algunas de ellas me pedían que me quedara, que con ellas iba a estar bien, nunca lo dudé, sabía que tenían razón, pero seguía aferrado a mi camino. Besé sus frentes, agradecí y seguí, y ahí iba, siguiendo mi instinto, preguntando que había para mí en esa luz que ya no se miraba tan lejana. 

Y continué, algunas veces dolía, otras; me olvidaba de todo y disfrutaba el momento. Entendí que así es la vida. Me hizo frío, me aislé por mucho tiempo, quería estar solo y tal vez aún lo deseo en ciertas formas, en ciertos sentidos. Todo es un camino, y el mío sigue su curso, el tuyo, y el de los demás. 






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Hace ya algún tiempo que decidí estar solo, dejarme ya de tantas pendejadas y quitarme el miedo a la soledad, porque pues, en realidad no pasa nada si nadie llama o escribe, no pasa nada si tengo que esperar a que un buen amor llegue, no pasa nada si dedico el tiempo para mí. A veces pienso que le damos demasiada importancia al amor, o sea, sí está bien tener pareja, pero tampoco es lo único en la vida que vale la pena, y no me mal entiendas, soy un romántico de lo peor, pero ya me cansé de serlo con la persona equivocada. Y en este tiempo de soledad he aprendido que siempre habrá opciones, pero debemos tener el maldito de valor de decir que no a alguien que no llena nuestras expectativas, tener el valor de no conformarnos, tener el valor de no aceptar algo sólo porque nos gusta, o nos habla bonito, o cualquier otra borona de amor entre sus líneas. La mayoría de las personas complican el amor porque en realidad aceptaron algo que no les gustaba desde el inicio, algo que les daba dudas ...

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