Aceptar los errores cometidos en mi pasado era el primer paso para cambiar. Fallé, no una ni dos veces, fueron varias, tanto a mí mismo y a los demás. Cometí errores, tomé actitudes que no eran las correctas. Había cosas negativas en mí que un día decidí y juré que nunca más las volvería a cometer, fue en aquellas noches donde dolía y nadie me reconfortaba que decidi que cambiaría. He crecido, madurado y entendido sobre todo aquello que hice mal, pero ahí radica mi aprendizaje, el no volver a cometer los mismos errores, hoy entiendo la vida de otra manera, hoy valoro lo que mucho tiempo sentí seguro y hoy ya no está. Hoy soy otra persona, no perfecto pero intento día a día cambiar, mejorar, corregir y aceptar. Fue difícil, ojalá lo hubiera entendido en su momento. Pero nunca es tarde para ser un mejor yo, para mí, y para aquellos que durante mi vida, han sido importantes y lo seguirán siendo, hoy aquí estoy, intentando ser un mejor yo y lo estoy consiguiendo.
Hace ya algún tiempo que decidí estar solo, dejarme ya de tantas pendejadas y quitarme el miedo a la soledad, porque pues, en realidad no pasa nada si nadie llama o escribe, no pasa nada si tengo que esperar a que un buen amor llegue, no pasa nada si dedico el tiempo para mí. A veces pienso que le damos demasiada importancia al amor, o sea, sí está bien tener pareja, pero tampoco es lo único en la vida que vale la pena, y no me mal entiendas, soy un romántico de lo peor, pero ya me cansé de serlo con la persona equivocada. Y en este tiempo de soledad he aprendido que siempre habrá opciones, pero debemos tener el maldito de valor de decir que no a alguien que no llena nuestras expectativas, tener el valor de no conformarnos, tener el valor de no aceptar algo sólo porque nos gusta, o nos habla bonito, o cualquier otra borona de amor entre sus líneas. La mayoría de las personas complican el amor porque en realidad aceptaron algo que no les gustaba desde el inicio, algo que les daba dudas ...
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