Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando las entradas de enero, 2023

Resiliencia.

- Estaba tomado, quizá un poco más de lo cotidiano, hablando a solas con tu recuerdo de lo mucho que te extraño, las noches de frío en que te esperaba escondido, en la sombra permanecí mucho tiempo hasta que llegaste con aquel azul vestido y el abrazo de esa pequeña esperanza regalándome un motivo para sonreír y sobrevivir a un cruel castigo. Algo ebrio mientras dibujo en el espejo renglones torcidos, que con suspiros sobre ellos una carta escribo, me doy cuenta que he quedado en el olvido, y de un fuerte soplido apago esa vela que me mantenía aferrado a una cordura que esperaba ver de nuevo aquel lunar en el párpado que una vez fue mío. Dando suaves besos a una botella y conversando con un Marlboro mentolado, comienzo a perder la conciencia y veo pasar todos aquellos hermosos instantes que pronto quedaron en el olvido, poco a poco elimino todo lo que alguna vez me mantuvo vivo, tuve que morir esta noche para renacer vacío. Al fin levanto la mirada al cielo, y solo veo estrellas, ya no...

Alma terca.

La esperé con el alma inquieta, con el corazón esperanzado, con los ojos mirando al infinito atardecer  y los brazos anhelando poder estrecharla. La espero cada bendita madrugada, con la ventana abierta de par en par, con la luz de la esperanza encendida y de fondo una canción que habla  de lo que alguna vez nos quisimos. Aguardo a su llegada sin aviso previo, a que por las noches tenga frío y en mi pecho busque abrigo, para dormir abrazados bajo el cobijo  de la discreta Luna. Aquí la espero con el alma desnuda y el cuerpo expuesto a sus encantos, la piel erizada al recordar sus caricias y el corazón acelerado al revivir aquellas horas de total entrega. La he esperado en silencio,  sin pedirle que regrese, sonriéndole a la vida y llorando su ausencia. Alma terca que no deja de repasar  los bellos momentos que compartimos, y un corazón que suspira su nombre con cada recuerdo, con cada latido. Aún la espero... aún la quiero.

Crees irte, pero no.

¿Piensas que te fuiste porque dijiste "Bye"?  ¿Piensas que ya se terminó porque no se ven más? A veces no, a veces  no termina.  A veces cuando menos se ven es cuando más presentes están, cuando más se piensan. A veces se buscan en otras bocas, en otros cuerpos, pero no son... Y duele.  A veces crees irte, pero no, siempre llegas a la misma hora.  Estás ahí, no te fuiste ni un segundo, nadie te volvió a abrazar igual, ningún otro beso te dio sed. No volviste a mirar para arriba y agradeciste por ese día que llegó a tu vida.  Juntos se matan, separados se extrañan, cerca se lastiman, lejos se piensan cada segundo.  ¿Dónde está la lógica?  ¡El amor no tiene lógica, ahí está! A veces alguien te marca tanto, pero tanto, que no te vas ni yéndote, siempre algo tuyo queda ahí, flotando día a día.  Crees irte, pero no. Sales a distraerte, te convences que superaste y no estás haciendo más que querer volver. Te aferras, te atas a quien te hace mal sól...