Llegaste cuando menos lo esperaba, cuando yo decía que intentarlo de nuevo ya no valía para nada la pena, cuando estaba seguro de que el mundo estaba de cabeza y que hoy en día que te fallen es algo normal. Pero con sonrisas, palabras y amor bonito me convenciste de que tenerme en tu vida era lo que habías esperado, que no te creías que alguien me hubiera perdido pero le agradecías al destino que no me supieran valorar antes, porque quizá la buena suerte por fin nos llegó a los dos. Y para ser sincero, con en esa sonrisa que tienes, con tu manera tan linda de tratarme y con esa forma de quererme que me saca de este planeta, yo podría hacerme el loco y fingir que jamás me lastimaron, para enamorarme de ti como si fuera la primera vez.
Hace ya algún tiempo que decidí estar solo, dejarme ya de tantas pendejadas y quitarme el miedo a la soledad, porque pues, en realidad no pasa nada si nadie llama o escribe, no pasa nada si tengo que esperar a que un buen amor llegue, no pasa nada si dedico el tiempo para mí. A veces pienso que le damos demasiada importancia al amor, o sea, sí está bien tener pareja, pero tampoco es lo único en la vida que vale la pena, y no me mal entiendas, soy un romántico de lo peor, pero ya me cansé de serlo con la persona equivocada. Y en este tiempo de soledad he aprendido que siempre habrá opciones, pero debemos tener el maldito de valor de decir que no a alguien que no llena nuestras expectativas, tener el valor de no conformarnos, tener el valor de no aceptar algo sólo porque nos gusta, o nos habla bonito, o cualquier otra borona de amor entre sus líneas. La mayoría de las personas complican el amor porque en realidad aceptaron algo que no les gustaba desde el inicio, algo que les daba dudas ...
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