Tuve tanto miedo de ti
porque de tan solo pensar
en la posibilidad de estar lejos
me provocaba angustia
esa que duele hasta el alma
que oprime el pecho sin tocar
angustia de aquellas que da al imaginar:
no volver a besarte como antes,
no poder sentirte,
no volver a escribirte.
Es complejo retomar rutinas
y más aún: escribirte unas cuantas líneas.
No es falta de amor
al contrario: yo tan solo te veo y sonrío.
Y tampoco es que te quiera a mi manera
solo es que el tiempo habla por sí solo
cuando estamos
y me encuentro en la irreverente excusa
de callar cuánto te quiero porque pienso
que el tiempo es lo suficientemente lento
cuando se trata de volverte a ver
y lo necesariamente rápido
para dormir junto a ti.
No me gusta conservar el anonimato
ni mantenerme entre tus silencios
yo sé que me quieres
y yo sé que te quiero
pero…
Si el querer es poder:
¿Crees poder tolerar el paso del tiempo,
el paso de las noches y de los días sin compartirnos un beso?
¿Cuántas lluvias más nos perderemos esperando
a que el tiempo disponga nuestro regreso?
¿Cuántas madrugadas más se nos irán
sin estar tentados a desnudarnos en el séptimo sueño?
¿Habrá café suficiente para mantenerse despierto
mientras vivimos entre insomnios cuestionando las inclemencias
de nuestros tiempos?
Me encanta
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