Malditas son las noches
en las que no te beso
y el único remedio que tengo
es visitar tu recuerdo
tu aroma existe siempre en mí.
Y malditas son las horas
en las que te espero y no llegas.
Y también malditas son las noches
en las que me desvelo y no es contigo.
Maldito es el tiempo
y el espacio de mi cama
esperando por ti.
Estas manos son mas tuyas que mías
y ya no se que hacer
para que dejen de imitar tu tacto
tuyas son estas ganas
que extrañan el movimiento de tu cintura
siendo media luna
tuyas también son estas manos
que juegan a recordarte.
Ojalá pronto vengas y juguemos
a descubrirnos entre el calor de los besos.
Benditas son las horas
que no te nombran
sino las que te enuncian
encima de mis piernas.
Jamás me supe tan hombre
hasta que de tu voz
escuché mi nombre.
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