A veces no me creo esto, sabes, lo de tú y yo y lo lindo que suenan nuestras carcajadas juntas, lo bonito que es extrañarte al ver la lluvia en la ventana, brillas en el lado izquierdo de mi pecho, se me ha hecho costumbre volver a verte por la mañana mientras me cambio y pensarte hace que la felicidad ya no me suelte en todo el día. Tal vez te suene raro y medio intenso, pero yo ya no quiero acampar en otros labios, armar fogata en otros pensamientos y sacarle brillo a otros ojitos que no sean los tuyos. Cada vez que te veo se me desarman las dudas, las matemáticas en mi cabeza se vuelven simples, los miedos del pasado desaparecen y las ganas de intentarlo se me desbordan. Puede que ya te han dicho algo como esto, parecido, más lindo y ordenado, puede que ya le hayan escrito poemas y canciones a tu carita, y a tus lunares, pero estoy encantado hasta las pestañas contigo, te ves increíblemente bien en todos mis planes y tan solo quería que lo supieras.
Hace ya algún tiempo que decidí estar solo, dejarme ya de tantas pendejadas y quitarme el miedo a la soledad, porque pues, en realidad no pasa nada si nadie llama o escribe, no pasa nada si tengo que esperar a que un buen amor llegue, no pasa nada si dedico el tiempo para mí. A veces pienso que le damos demasiada importancia al amor, o sea, sí está bien tener pareja, pero tampoco es lo único en la vida que vale la pena, y no me mal entiendas, soy un romántico de lo peor, pero ya me cansé de serlo con la persona equivocada. Y en este tiempo de soledad he aprendido que siempre habrá opciones, pero debemos tener el maldito de valor de decir que no a alguien que no llena nuestras expectativas, tener el valor de no conformarnos, tener el valor de no aceptar algo sólo porque nos gusta, o nos habla bonito, o cualquier otra borona de amor entre sus líneas. La mayoría de las personas complican el amor porque en realidad aceptaron algo que no les gustaba desde el inicio, algo que les daba dudas ...
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