Me muero por tus ojos
y me muero porque me miren,
porque tus labios digan mi nombre,
porque tus brazos sean refugio
y porque tu cuerpo sea mi calor.
Me muero en ti y por ti.
En cada espacio.
En cada tiempo.
En todos los lugares que aún no conocemos
pero que me contaste ansiabas visitar.
Madrid, Venecia, Paris...
Pero contigo, tomada de mi mano.
Asi, como nos amamos,
como nos hacemos bien.
Me quedo en la melodía
de este destino que lleva nuestros nombres,
en nuestra cancion, toda una vida...
Me quedo con todo
lo que somos juntos,
y con este amor eterno...
Me quedo contigo, siempre...
En esta vida y en las que vienen,
porque estamos destinados, amor;
a través de un inmenso y duradero hilo rojo.
Comentarios
Publicar un comentario