Me hiciste creer que enamorarse no es peligroso,
que amar no es complicado,
que se puede querer aun
en la distancia.
Me enamoraste con cada te quiero, con cada escrito en la madrugada, con tus canciones raras, con tu voz triste y debil.
Te adentraste en mi
como un pequeño sumergible en busca de cada parte microscópica de mi corazón.
Me acostumbraste a ti, a tus lindos tratos,
a tus buenos días, a tus detalles,
a quererte, a escucharte, a tenerte.
Me enamoré de tu manera de quererme; perdidamente de ti, tanto que, te convertiste en una extensión de mí.
Me hiciste sentir especial, en una realidad distinta y completamente desconocida.
Me hiciste creer que lo nuestro era real, que el miedo a enamorarme desapareció.
Aún recuerdo los días
en los que nos empezábamos a conocer, ya que contigo conocí la sensación de amar.
Marcaste en mi vida, un antes y un después.
Hiciste que soñara
con un futuro juntos,
que te viera en mis sueños, que confiara en que estos, algun día se volverían realidad.
Me hiciste creer en algo sin siquiera verlo,
Me hiciste creer que nuestra historia no tendría un final.
Realmente no sé explicar como sentirme,
creí que el destino
nos quería juntos,
tu eras el amor de mi vida, pero yo no era el tuyo.
Posdata: Este fue el primer poema que escribí. Ya sé que no me lees, pero espero
en que si un día llegas a hacerlo,
sepas que es para ti.
Comentarios
Publicar un comentario