No debería aceptar tu regreso despues de todos los estragos que dejaste.
Un montón de inseguridades
de preguntas sin respuestas
de noches sin sueño
de días sin querer salir de la cama
de minutos con apariencia de horas.
No debería aceptar tus disculpas después de todo lo que no hiciste por mi.
No me dijiste si fui yo o si fuiste tú
-aunque ahora no me quede duda que quien falló fue quien se alejó-.
Aunque ahora me queda claro que fui yo quien extrañaba sentir unas manos que sí desean.
No debería perdonarte pero no me sé tan cruel tampoco te guardo rencor por el contrario:
Te dejo libre para que disfrutes las noches vacías, los insomnios extrañando mis manos, las mañanas queriendo mis labios y los minutos te huelan a mi perfume.
No debería aceptarte de regreso
sin embargo te abro la puerta
-no para que te quedes, sino para que recojas todas las cosas que a mi ya no me sirven-.
Entre ellas estan todas las promesas
que hoy no son más que palabras.
No debería decirte esto,
pero ojala que te vaya bonito.
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