Te pienso.
Unos dibujan, otros crean una canción,
escriben un poema, hacen el amor.
Yo te pienso y es como hacerte todo eso
en silencio.
Tan dulce y sencilla, que no necesita más que unos Crocs y una gabacha para verse linda.
Tan llena de sueños, tan bella voz que me estremece. Tanto bien que me haces, que realmente puedo ser yo; y no necesito más que unos segundos para sentirme en casa.
Aunque tú no lo sepas, te he guardado a diario en mis pensamientos, te he cuidado desde aquí, te he acompañado con mis oraciones, te he defendido de lejos. Tal y como lo prometí.
Aunque tú no lo sepas sigo aquí, nunca me he ido. Con un millón de cicatrices más, algunas tienen tu nombre; sí, el más bonito del mundo. Sigo de pie, sigo creyendo, aunque estuve perdido y a veces sin norte. El corazón está más fuerte, sabe que quiere y ya no se me esconde, y como me detallas "inofensivo, sereno, amable y cariñoso", me hace creer que también estuve en muchos de tus pensamientos.
Hay un libro que se escribe mientras te veo a los ojos, es difícil de contener tantas palabras, tanta admiración, tanto que me llenan tus manos.
De mí sé muy poco, y de ti solo sé que haces magia con solo sonreír y eso basta para traerme un muy buen día. Si buscas donde hospedarte pequeña aventurera aquí hay un corazón que sabe ser hogar.
Dejé de creer en los "para siempre", pero creo en lo que me haces sentir con solo estar cerca, que hasta el peor de los días tiene su gracia. Creo en tu sonrisa de niña un poco rota, comienzo a creer que quizá esta vez si sea para siempre que pueda escucharte; y es que hacerlo me es tan fácil cuando las palabras son fascinantes y los ojos me inundan de dulzura.
Pensarte es quizá una de las mejores cosas en la vida, pero que me pienses es lo mejor que me puede pasar.
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