Se sonrieron en silencio.
Se cruzaron las miradas.
Sus labios se unieron
y abrazaron la madrugada.
Fueron como dos aves que volaban sin
descansar a cualquier lugar.
Fueron como dos adolescentes aprendiendo el
arte de amar.
Fueron ellos solos y no ocupaban nada más.
Fueron marionetas de una noche que duda entre
la certeza y el azar.
Se sonrieron, una vez más en el silencio.
Sus miradas se cruzaron y otra vez sintieron el
placer de lo incierto.
Fueron un poema hermoso en su momento.
Fueron la canción perfecta y a tiempo.
Fueron los dueños de los primeros recuerdos.
Fueron los que se extrañaron después del último
beso.
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