Algún día llegará alguien. No tan solo debes saberlo, también debes creerlo. Debes creer que existe alguien, a quien quizás no encuentres si lo buscas, pero que tal vez te encuentre a ti. Alguien que te venía esperando, que pedía por ti, que se amaba a sí mismo cuidándose por ti. Algún día llegará ese amor que decías que no llegaría, esa persona que no es igual a nadie, esa que te haga recuperar la fé en cosas que ya habías dado por perdidas. Llegará a reconstruirte o a complementarte, a llenarte, a cuidarte, a darte miles de razones más para seguir. Algún día llegará alguien, que se pierda en tu inmensidad, que ame tu desastre, que lo decore con colores nuevos, que le abra la ventana y deje entrar el sol, que renueve tu paisaje. Alguien que te ame hasta lo que no sabías que tenías, hasta lo más absurdo, hasta lo más tonto y pequeño. Alguien que te conozca y reconozca cuando te pierdes, cuando tu mundo se pone del revés. Alguien que no huya, que no se paralice, que te ...