¿Y si me dejas invitarte un café y que el café sea lo que menos nos interese? ¿Y si hablamos de todo hasta que el silencio nos diga lo único que necesitamos escuchar? ¿Y si caminamos a ningún lado hasta llegar al lugar indicado? ¿Y si nos vemos a los ojos y luego los cerramos para imaginarnos juntos siempre? ¿Y si llegas a mi casa y me pides que nos sentemos por horas a reírnos en el balcón? ¿Y si ignoramos al destino y su complejidad y sólo nos dedicamos a ver cuánto duramos? ¿Y si me dejas cuidarte y regalarte mis mejores intenciones con desayunos y besos? ¿Y si nos acostumbramos a estar el uno con el otro en el invierno, y en el verano, en cada tormenta y en cada tarde gris? ¿Y si nos dejamos de tantas dudas y lo intentamos sin el miedo de que esta vez no funcione? ¿Y si nos escogemos todos los días y bailamos cada noche abrazados hasta que la vida nos una para siempre?